Esta vez, no pediré disculpas, mi ausencia durante estos meses me ha provocado grandes cambios en mi vida de los cuales no estoy orgullosa de ellos.
Kat a desaparecido, sigo sin saber nada de ella y eso me aterra en lo más profundo de mi alma...
La soledad y ausencia que Kat me ha dejado me ha hecho cambiarme de aspecto, mi pelo, antes violeta y liso, ahora es negro azabache y a capas... . Mi personalidad, alegre y graciosa, se ha ido con el alma de Kat. No digo que este muerta, pero sencillamente creo que ha optado por abandonarme... zorra...
Ahora me centro de lleno en la clase y en mi relación amistosa con Koraru.
Cuando dimos a Kat por perdida, no derramé ninguna lágrima, ni un sollozo, ni un leve gemido de agonía, no significa que no me importe, al contrario; pero ya estoy más que harta de las falsas promesas de amor...
Si algún día le da por aparecer, me gustaría que me diera todas las explicaciones que me debe...
La clase va bien, sigue siendo igual de alocada que siempre, tanto Autócrata como Hato no paran de tocarme el pelo... Andrew dice que es como el de Madara Uchiha... le doy toda la razón, ya que de ahí es de donde saqué la idea.
Y ahora que la soledad me abarca, me estoy dedicando a confeccionar en peluche a todos los tíos de los Akatsuki, por ahora solo llevo tres: Deidara, Animal Path Male, y a Hidan...
Sé que quedan muchos, pero ahora dispongo de tanto tiempo libre que los haré de un tirón...
Sin nada más que decir, espero bloguear pronto algo más de mi vida. Las clases se acaban y empieza el verano... tendré que hacer planes...
Un dibujo de mi persona para que os hagáis una idea del pelo que llevo ahora... |